La psicoterapia

 

                  En mi consulta privada, observo cada vez más dificultades para entender lo que implica un proceso psicoterapéutico en todos los aspectos; la definición, el objetivo, los tiempos necesarios etc.


 

                    Si pensamos un momento en todos los contenidos, productos, terapeutas alternativos con diferentes técnicas etc. que se han popularizado, podríamos concluir que estamos en la era del autocuidado. Pero...ahora que lo pienso...todas las personas en las que pienso al hablar de la divulgación del autocuidado son mujeres, ¿será que me relaciono más con mujeres que con hombres? Puede que sea un sesgo mío.

            Entrando al tema, terapéutico es cualquier producto o acción que nos aporte bienestar. El simple hecho de que decidamos dedicarnos un tiempo para hacer algo que sentimos que nos hace bien, es terapéutico independientemente de qué es lo que vayamos a hacer o con qué producto.

            Lo que me preocupa es cómo se ha apoderado el mercado de este nicho; no es casualidad que todos hayamos oido hablar del Coaching, de las constelaciones, la hipnosis dirigida, etc. Se debe a que el mercado a impulsado estos concepto junto con formaciones para profesionales aportando una metodología de trabajo que se autodefine como eficiente y focalizada. Esto parece tranquilizarnos mucho; asi como vamos al medico buscando un diagnóstico y un plan de tratamiento, en cuanto conectamos con la angustia vital o la ansiedad por sostener nuestra vida tal y como la tenemos organizada, queremos que alguien nos diga que hay un plan conciso y eficiente para que el malestar desaparezca. 

        No me malinterpreten, hay ocasiones en las que cumple su función y seguimos con nuestras vidas con una sensación diferente; porque el hecho de haber detectado una dificultad propia, haber apostado por un tratamiento y haber cumplido con el proceso propuesto, es terapeutico porque nos da la sensación de haber controlado la situación y de ser muy capaces de cuidar de nosotras mismas. Esta inyección de autoestima es muy beneficioso y nos puede impulsar a tomar otras decisiones en nuestra vida que eran necesarias.

            Como digo, el éxito de estos procesos no depende de quién es el profesional ni de cuál es la técnica; sino de la decisión de la persona de afrontar la situación personal para generar cambio. En los casos en los que este tipo de procesos tienen un efecto de bienestar a largo plazo, se debe a que la persona dispone de una estructura psíquica sin demasiadas fisuras, que puede afrontar los cambios y se re-articula sin dificultad.

            Lo que me viene preocupando es el peso que ponemos en la técnica en sí, buscando una salvación divina que tenga por sí misma el efecto dominó que esperamos que nos libere de los focos de nuestro malestar. Porque como son tecnicas definidas, al cumplir el plan, si no tiene el efecto deseado estas personas se van a culpabilizar del no cambio, multiplicando el malestar que ya existía. Y este ciclo se puede repetir una y otra vez dejando un poso de incapacidad que puede llegar a minar la identidad de la persona.

            Por ir aclarando la idea que quiero plantear: terapéutico es articular un plan entre amigas para sentir la alegria de compartir, fijar tiempos de autocuidado independientemente de lo que decidamos hacer en ese tiempo, aumentar el conocimiento sobre nuestro cuerpo y cómo cuidarlo, acudir a profesionales que nos ayuden a cuidar de nosotras mismas y de nuestros cuerpos etc. Y me parece genial que haya tanta variedad para que cada cual elija un metodo o actividad acorde a su personalidad y gustos; y todo lo que nos ayude a estar mejor es bienvenido.

           Debemos tener en cuenta que aunque nos haga gracia cómo un polluelo genera apego con cualquier ser viviente que se encuentre al salir del cascaron para que le ayude a vivir; nosotras también tendemos a buscar guias en quienes depositar la responsabilidad de nuestro bienestar, y ningún proceso ni técnica será efectiva a largo plazo si no nos hacemos cargo de nuestro propio proceso. A los seres humanos nos atormenta la soledad y el tener que hacernos cargo de nosotras mismas sin referencias de cuidado alrededor; por lo que tendemos a buscar figuras de cuidado alternativas. El poner el saber sobre nosotras mismas en el otro es algo muy arriesgado si no es un profesional formado para ello. Si ese alguien entiende que ha encontrado la verdad absoluta en un saber ancestral que salvará a quien se una por acto de fe; incosncientemente alimentara esta idea de ser el mensajero de LA VERDAD.

            En un proceso terapéutico con un profesional formado para manejar la transferencia ( es la proyección del saber del que he hablado en el anterior párrafo), se plantea un acompañamiento en la exploración de autoconocimiento con el objetivo de señalar las contradicciones, los puntos ciegos, los saltos conceptuales que hacemos al registrar e interpretar lo que nos va sucediendo o nos ha sucedido. Es un proceso que requiere un tiempo y una continuidad en el contacto, ya que la tarea es identificar aquello que es inconsciente para el sujeto, y esto sólo es posible al exponer situaciones cotidianas y lo que éstas han despertado en nosotros, en repetidas ocasiones y con espontaneidad para ir encontrando NUESTRAS VERDADES; las que rigen nuestro pensamiento. Una vez realizado este trabajo, habiéndose instaurado la relación terapéutica y seamos conscientes  del objetivo de la misma, es cuando se podrían espaciar las sesiones. 

            Un proceso terapéutico tiene como objetivo entender nuestra manera de entender y vivir las relaciones ; para darnos permiso a transformar lo que no nos sienta bien,  crecer y desarrollarnos sin el terror de perder a la gente que queremos si lo hacemos. Creo que esa línea de trabajo es común en las personas usuarias que he atendido desde el 2005. La vivencias y el tipo de relaciones de cuidado que hayamos tenido hacen que ese trabajo sea más o menos complicado, pero en definitiva, tenemos miedo a perder a la gente que queremos si nos damos la libertad de funcionar según nuestros deseos.

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